Las máquinas de picar carne, también conocida como “picadora de carne”, son unos aparatos de cocina, utensilios con frecuencia metálicos, que permiten triturar con gran facilidad y sin la ayuda de ningún otro accesorio la carne. Suelen emplearse para hacer de forma manual carne picada a partir de trozos enteros de carne, lo que permite obtener un producto homogéneo y libre de tendones, cartílagos y demás partes duras de la carne. Es una forma segura, limpia y eficaz de obtener carne picada, ya sea pura o mezcla, y que evita la complicación de triturar la carne con cuchillos o utensilios afilados y peligrosos.

Si bien es un utensilio propio de carnicerías, cualquiera puede hacerse con una picadora de carne para su uso casero. Existen dos tipos de picadoras de carne: las manuales, que cuentan con una manivela que debes girar para que la carne pase y vaya siendo triturada, y las eléctricas, que consiguen el mismo resultado con sólo pulsar un botón. La principal ventaja de la picadora manual es que es mucho más ecológica, ya que no consume ningún tipo de electricidad, además de que puede lavarse sin problemas, dado que no contiene ningún tipo de circuito. La picadora eléctrica, por otra parte, es más cómoda y asegura que la fuerza motriz de trituración sea constante y, por tanto, el resultado es mucho más homogéneo.

El uso de la picadora de carne, ya sea manual o eléctrica, es extremadamente sencillo. No obstante, es necesario tener en cuenta una serie de elementos. En primer lugar, los trozos que se inserten en la picadora deben estar limpios de antemano y es conveniente que no tengan un tamaño superior a cubos de tres o cuatro centímetros de grosor, para así evitar obstrucciones en el aparato. Es también conveniente salar la carne a posteriori, y no antes de pasar la carne por la estructura, pues podría dañarla o quedarse adherida a la picadora y acabar obstruyéndola. También es aconsejable pasar la carne en pequeñas tandas y varias veces, hasta que consiga tener una consistencia suave y homogénea.

Por último, y como pequeño truco para la cocina, al utilizar la picadora de carne es interesante intentar mantener las tiras de carne que salgan en un cilindro único. Una vez conseguimos que la carne salga de forma continua, sin que se rompa, la envolvemos en filme transparente y cortamos la carne en rodajas, para así dar con la textura óptima: una carne picada y aireada, sin apelmazar, que guarde todas sus propiedades y que se cocine a la perfección.